La
cena de Nochebuena, la comida de Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y los Reyes
Magos... Si, lo sabemos... si ya nos resulta difícil elegir la ropa que nosotras
mismas vamos a ponernos para tanta vida social/familiar, qué podemos hacer para
acertar también con la ropa de los niños... Pues aquí van unos consejos muy simples que os evitarán pasar un mal trago:
1.
Estas son las fiestas de la armonía, y nosotros no nos oponemos a que en estas
fiestas los papás y las mamás vayan conjuntados con los niños, pero ¡ojo, no
todo vale!
2.
También es verdad que podemos aprovechar estos días de fiesta para darles un
toque de color a los outfits de los pequeñajos... pero, volvemos a insistir ¡cuidado
con pasarse!
3. Carnaval es en
febrero, no en diciembre. ¿Porqué hay quien se empeña en disfrazar a los niños?
4. Es cierto que son unas fechas especiales y queremos que
nuestros hijos vayan elegantes... Pero ¿son Disney y sus princesas sinónimo de elegancia?
Si habéis leído hasta aquí, habréis
notado el tono irónico de este post, pero no sería la primera vez que vemos
alguna que otra metedura de pata como esta en la cena de Nochebuena, así que si
no queréis correr riesgos innecesarios, recordad siempre que menos es más; vestid a vuestros niños con su ropita
habitual y si queréis darle un toque navideño a su atuendo, compradles o -
mejor - hacedles unas divertidas máscaras y tendréis el éxito garantizado. Os
dejamos unas recomendaciones y os preguntamos ¿cuál es el modelito más horrible
que habéis visto en estas fechas?
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