8/5/15

LOS JUEGOS DE TODA LA VIDA

Ahora que ya tenemos buen tiempo apetece darse eternos paseos y tomar el solecito en la calle. Con los niños pasa lo mismo, da una pena inmensa encerrarles en casa,
¿verdad? Por eso os traemos al blog de El Pollito Ingles algunas ideas de juegos al aire libre, de los de toda la vida.

Qué maravilla lo de correr y gritar hasta acabar rendidos. ¿Os acordáis de lo divertido que era? Estos son solo algunos juegos que recuerdo de mis tiempos mozos pero seguro que, si buscáis en vuestra memoria, recuperáis muchos mas para pasarlo en grande con vuestros hijos.



El escondite. Es el clásico de los clásicos y no puede faltar. Es como una especie de fondo de armario de los juegos. La versión más sencilla implica que el que la ligue cuente (la cifra y la velocidad en mi barrio se decidían usando casi un algoritmo similar al de Google y necesitaría dos o tres post para explicároslo) mientras el resto de jugadores se esconde.

El que la liga les busca y, cuando les vea, debe correr hasta el punto en el que ha contado y decir: '¡Por Fulanito!'. El jugador descubierto también debe correr hasta el mismo punto y puede salvarse si llega antes y dice las palabras mágicas: '¡Por mí!'.
Recordad que no vale perrito guardián (que el que se la liga se quede muy muy cerca de donde ha contado).  El último en ser descubierto puede convertirse en el héroe del grupo si corre más que el malvado y pronuncia ese maravilloso '¡Por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero!'. Se siente… Te la ligas otra vez.
 
Pi. En el centro de un espacio grande se coloca el poco afortunado al que le ha tocado la china, con los brazos extendidos en forma de cruz y los ojos cerrados. El juego consiste en contar desde diez hasta cero mientras los demás se esconden. Cuando termina la cuenta, debe buscarles pero solo puede moverse dando tres pasos en cualquier dirección. Si no ve a nadie, debe repetir la cuenta esta vez empezando la cuenta atrás desde 9. Los escondidos tienen que correr a tocarle los brazos y volver a sus escondites (o a otro mejor). Puede moverse otros tres pasos para tratar de desvelar dónde están los jugadores. Si no encuentra a todos, empezara a contar de nuevo desde 8 y así sucesivamente.

Guerra. Necesitáis una pelota. Cada jugador se pide un país y se colocan alrededor del que la liga. Este tendrá que decir toda esta retahíla: ‘Declaro la guerra a mi peor enemigo que siempre ha sido y siempre será...’ Y decir el nombre de alguno de los países. El jugador nombrado debe correr a por la pelota y los demás alejarse de él cuanto les sea posible. Al tener la pelota entre las manos gritará: ‘¡Sangre!. Al oírlo todos deben quedarse congelados en el sitio. Después lanzará la pelota a uno de los jugadores tratando de darle. Si es alcanzado, pasará a ligársela en la siguiente partida.

Balón prisionero.
También para este juego necesitamos la pelota. Se hacen dos equipos y se lanza la pelota del uno al otro intentando dar a algún contrincante. El tocado es eliminado y debe abandonar la partida. Si alguno de los jugadores es capaz de atrapar la pelota sin que toque el suelo, tiene la posibilidad de salvar a un compañero. Por supuesto, pierde el equipo que se quede sin integrantes.

Rescate. ¿Quién no lo ha probado alguna vez? Para mí es el juego clásico del recreo. De nuevo formamos dos equipos. El equipo que escapa sale corriendo mientras el otro espera hasta que se alejen. Después solo tienen que atraparles (sirve con tocarles) y llevarles a la cárcel. En ella los prisioneros se cogen de la mano formando una fila. Siempre pueden ser salvados por un compañero que choque con el último de la fila.

El escondite ingles. Un dos tres, escondite inglés. Sin mover las manos ni los pies. ¿Os acordáis? Todos quietos cuando el que la liga se da la vuelta y, mientras tiene los ojos cerrados, avanzando poquito a poco hasta su posición para ganarle el terreno. 

Y vosotros ¿a qué jugabais?




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